Juan y James roban un cuadro de Botero
Alias el Diablo, un joven ladrón de obras de arte y joyas que trabaja para una organización criminal.
El capítulo 1 de la serie Porque Diablos nos presenta a Juan Cantor, alias el Diablo, un joven ladrón de obras de arte y joyas que trabaja para una organización criminal liderada por Eduardo Carbonell, alias la Araña. Juan es un huérfano que creció en las calles de Bogotá y que solo tiene dos amigos: James Olarte, su compañero de fechorías, y Ángela Falla, una psicóloga que lo atiende en un centro de rehabilitación para menores.
La historia comienza con una escena en la que Juan y James roban un cuadro de Botero en una galería de arte. Sin embargo, la policía los sorprende y se produce una persecución. Juan logra escapar, pero James es herido de bala y capturado. Antes de morir, James le revela a Juan que la Araña los traicionó y que él es el responsable de su desgracia. Juan jura vengarse y decide infiltrarse en la organización de la Araña para matarlo. Para lograr su objetivo, Juan se hace pasar por el hijo perdido de la Araña, que resulta ser el coronel Juan Pablo Díaz Granados, el jefe de inteligencia militar y el esposo de Lucía Ospina, la hermana del teniente coronel Pedro Ospina, un héroe de guerra que sobrevivió a una emboscada de las FARC. Juan se aprovecha de la semejanza física que tiene con el coronel y del hecho de que la Araña nunca lo conoció personalmente. Así, logra ganarse su confianza y su afecto, y acceder a su mansión y a sus negocios ilícitos.
Sin embargo, Juan no contaba con que se enamoraría de Ángela Falla, la psicóloga que lo trata en el centro de rehabilitación al que fue enviado por un delito menor. Ángela es una mujer honesta y comprometida con su trabajo, que cree en el potencial de Juan y que trata de ayudarlo a cambiar su vida. Juan siente una fuerte atracción por ella, pero también sabe que su relación es imposible por su condición de delincuente y por su plan de venganza. El capítulo termina con una escena en la que Juan le confiesa a Ángela que él es el Diablo y que está dispuesto a dejar todo por ella. Sin embargo, Ángela no le cree y lo rechaza. Juan se siente dolido y frustrado, y decide seguir adelante con su plan. Él le dice a la Araña que quiere trabajar con él y le propone robar unas joyas en un museo. La Araña acepta y le da una pistola para el golpe. Juan toma el arma y apunta a la cabeza de la Araña, dispuesto a disparar.